Como cada semana os comparto información sobre el tema danzado en los grupos regulares que facilito, en esta ocasión la clase continuo con la interacción de las líneas de vivencia concretamente interrrelacionando la Vitalidad con la Sexualidad.
Una clase donde a través del movimiento sinuoso y sensual que incorpora todo nuestro cuerpo, despertamos nuestro instinto profundo de conexión con la Vida y del placer de vivir.
En la parte activa de la vivencia, nos aproximamos al contacto (protovivencia de la sexualidad) desde el juego, la alegría, la motivación existencial para el disfrute, conectando con l@s otr@s desde el gozo de compartir desde lo lúdico, risa, diversión, encuentro...
En la parte regresiva movilizamos nuestras caderas (centro donde reside nuestra sexualidad, y energía vital, lo que en yoga llaman energía kundalini) para sentir el placer del movimiento propio y colectivo, despertando nuestro propio placer para compartirlo con el colectivo y conectar con la capacidad placentera como especie humana que somos, trayendo con ello placer a nuestro entorno, sintiendo el placer de movilizarme con l@s otr@s para desde este lugar placentero entrar en el movimiento acuático fluido y placentero de acariciar nuestras panzas, en la danza de l@s hipopótamos, animal que vive en compañía de otr@s hipopótamos, con los que se baña y retoza en el movimiento placentero y fluido de las aguas y uno de los cuatro animales que Rolando Toro Araneda vinculó con cada elemento.
Desde este lugar conectamos con el cuerpo de otra persona en una eutonía de espaldas, donde nuestro movimiento sinuoso, serpenteante entra en un tono común, en comunicación con el cuerpo sinuoso de la otra persona, creándose una danza armónica de encuentro con la vida y el placer.
Y como cada semana terminamos encontrándonos y agradeciéndonos y celebrando nuestro encuentro con el placer y el movimiento sensual.
¡ La Sexualidad crea Vida ! ¡ La Vida es sensual!
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